La fórmula de la equidad

La financiación de los centros educativos es la base que sostiene el sistema escolar. Es lo que determina cuántos y qué recursos (humanos, monetarios, materiales, formativos...) llegan a las escuelas e institutos para que estos puedan ofrecer oportunidades educativas a sus alumnos. Los centros utilizarán estos recursos de acuerdo con su proyecto, pero sin recursos o con recursos insuficientes no existen proyectos sostenibles.

El sistema actual distribuye los recursos entre los centros educativos principalmente a partir del número de alumnos que tienen, y se añaden algunas correcciones en función de la complejidad de los centros. Pero es una sobredotación muy marginal, muy por debajo de las necesidades reales de los centros educativos con complejidad. Si queremos que todos los centros puedan ofrecer una educación de calidad y oportunidades educativas reales a sus alumnos, es necesario que se incremente la financiación de las escuelas e institutos con mayor vulnerabilidad social y educativa.

La fórmula de la equidad es una propuesta de un nuevo sistema de reparto que, al igual que se hace en la mayoría de los países de nuestro entorno, reconozca que no todos los centros tienen las mismas necesidades y que ajuste los recursos a la complejidad de cada escuela o instituto.

Es decir, un sistema que destine más a aquellos centros que más necesitan. Así, planteamos una necesaria reformulación del sistema de financiación, que atienda a un reto clave para el sistema educativo: mejorar la equidad del sistema desde la diversidad de las necesidades de los centros.