La pobreza infantil mina las oportunidades vitales de los niños, niñas y adolescentes que la padecen, y representa un lastre para el desarrollo económico y social sostenido del país. Por ello, reducir los elevados niveles de pobreza infantil que tenemos en España es tanto una cuestión de justicia social como garantía de progreso, bienestar y cohesión social.
La educación y las políticas educativas pueden revertir las desigualdades de aprendizajes y logros educativos, y a partir de ahí, contribuir a neutralizar el ciclo de reproducción de la pobreza y la exclusión social. Pero es necesario contar con una agenda de políticas educativas que ofrezca oportunidades al conjunto de alumnos, dentro y fuera de la escuela, con recursos y apuestas firmes en ámbitos como la educación de 0 a 3 años, el refuerzo educativo, la orientación y la mentoría, las becas en la secundaria, el acceso a las extraescolares o el apoyo a las familias.
La Fundació Bofill, recogiendo la evidencia internacional y buenas prácticas nacionales, articula una agenda de políticas educativas contra la pobreza y la exclusión social desde la infancia. El objetivo de esta agenda, que ha contado con la colaboración de la Plataforma de Infancia, es precisamente debatir con expertos, entidades y autoridades políticas cómo avanzar en 10 ámbitos de acción clave, donde la educación vence a la pobreza.