"El acceso a la lectura es una cuestión social, nos compete a todos"

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Más de 40 proyectos se presentan a los Premios Lecxit de fomento de la lectura y la equidad

Leer es un placer. Leer abre la mente. Leer culturiza. Leer distingue. Leer da prestigio... Pero la lectura también es una herramienta esencial contra las desigualdades sociales. Éste es un aspecto en el cuál no siempre se incide desde el ámbito cultural. "Con el dominio de la lectura, un alumno va con una seguridad, con una velocidad y con una alegría que sus propios compañeros de clase pueden no tener. Y conforme se va acelerando la escolaridad, hay niños que van quedándose lentamente atrás, y otros que van mucho más avanzados", alertó Juan Mata, de la asociación Entrelibros, en la jornada de entrega de los Premios Lecxit – Lectura y Equidad, estableciendo un vínculo claro entre lectura y éxito educativo. O, en su defecto, entre no-lectura y fracaso. "Existe el riesgo que se olvide que el acceso a la lectura es una cuestión social, que nos compete a todos", sentenció. Un total de 42 proyectos de toda España presentaron su candidatura para ser reconocidos como buenas prácticas en éste sentido, siendo "Apadrinar la lectura: compromiso comunitario en Castropol" (Asturias), "Vivencias: proyecto de mestizaje cultural (País Valenciano) y "Girem Full! Llibres contra el cáncer" (Catalunya) los tres ganadores.

"Lo que nunca hay que decirle a un niño es que tiene que leer y darle la lata porque lea. La lectura es el mundo de la pasión, y es lo hay que tratar de transmitirle"

Los mundos de la cultura, de las bibliotecas, de la creación narrativa… no siempre interaccionan con los debates sociales. Pero el binomio lectura/equidad sí que es el motor que mueve a cada una de las 42 propuestas que se presentaron al certamen. Durante la jornada 'Acompañar la lectura. Un compromiso comunitario con la infancia', que tuvo lugar el 26 de noviembre, Raúl Cremades de la Fundación Alonso Quijano dictaminó: "Una biblioteca pública no puede separar su dimensión formativa de su dimensión social. Es un espacio donde cabemos todos y debe de estar orientada a reducir las distintas brechas de desigualdad que tenemos: lectora, digital, mediática e informacional..." En una línea similar, María Pousa del Programa de Bibliotecas Escolares de Galicia expuso: "La biblioteca es un espacio donde no se puede dejar a nadie atrás. Son espacios de igualdad, porque nos ofrecen recursos que no podemos encontrar en otros sitios –como por ejemplo los libros ilustrados, que son caros, o colecciones inclusivas, que nos contenten a todos. Además, deben de establecer lazos con todo tipo de organizaciones de su entorno."

Foto cedida por Girem Full! Llibres contra el cáncer de l'Hospital Clínic

Inauguró la jornada el escritor Gustavo Martín Garzo, que abogó por el papel crucial de las familias en el proceso lector: "El niño es un ser que está a medio camino de dos mundos, el del 'logos', la razón, el lenguaje… y ése mundo anterior de la naturaleza, los animales, lo primordial… El momento que a mí me parece fundacional de la literatura es cuando un niño o niña tiene que acostarse, y le pedimos algo que es muy difícil: que se quede solo en la oscuridad, un mundo del incierto! Y entonces le pide un cuento a su madre o padre. En cierta manera, le está diciendo: 'He hecho los deberes, he cumplido con lo qué me dijiste… pero en el mundo hay otras cosas. Cuéntamelas.' En la medida que el adulto se queda a su lado contándole un cuento, es por encima de todo un acto amoroso, un regalo que le hace. Y el adulto levanta con sus palabras un pequeño refugio en medio de la oscuridad. Y el niño quiere oír los sonidos de la madre, quiere oír a su madre cantar… Ésa relación del cuento con el mundo amoroso es crucial."

"Si un niño ve a su padre absorto en la lectura... lo lógico es que quiera experimentar lo mismo"

Juan Mata le dio la razón justo después: "El encuentro con la lectura es una tarea que no solamente corresponde a la escuela. Decirlo es delicado, porque parece que uno quiera cargar en otros sectores sociales algo que no le corresponda. Pero la familia tiene una responsabilidad en el proceso, la sociedad tiene una responsabilidad en el proceso. Que un niño aprenda a leer no debería depender únicamente del profesor. Hay familias que llegan de trabajar tarde, con horarios laborales infames, y les pedimos que se impliquen en la alfabetización de sus hijos, pero por eso hay que buscar equilibrios."

Martín Garzo, desarrollando la idea, expuso: "Hay que encontrar el cuento que el niño necesita escuchar. Y lo que nunca hay que decirle a un niño es que tiene que leer y darle la lata porque lea. Como familia y como sociedad hay que crear las condiciones para que sea algo que surja de él, hacerle ver que puede leer y esperar a que llegue ése momento. Porque la lectura es el mundo de la pasión, y hay que tratar de transmitirle la pasión y el entusiasmo."

La lectura, como el jarabe para la tos

Predicar con el ejemplo, pues, es esencial. "Si un niño ve a su padre absorto en la lectura... lo lógico es que él se haga esta pregunta: ¿Qué hay ahí? Y que quiera experimentar lo mismo. El niño quiere ser como los seres que ama", sostuvo. Para, seguidamente, alertar del déficit estructural en cultura que hay en muchos hogares, dado sobre todo a razones históricas: "Aunque no haya franquismo, tenemos que ser conscientes que no hay suficientes libros en las casas. En mi casa no había muchos libros. Pero sí que había uno que era las 1.000 mejores poesías de la lengua castellana, y a mí me fascinaba cuando mi padre me leía esos poemas."

Y, para extender este efecto entre el conjunto de la población, sugirió una medida que podría ayudar sobradamente: "Los pediatras tendrían que recomendar que las madres y padres lean a sus hijos. Porque leer es el deseo de irse por los tejados, y el niño es un gran preguntador. Y ve que el libro es un pequeño cofre que guarda muchos secretos."

Foto cedida por Premios Mandrache del Ayuntamiento de Cartagena

Juan Mata agregó: "También soy muy defensor del papel de los pediatras. La fuerza que tienen de prescripción es enorme. Otros países nos llevan una delantera de años. Cuando aquí se han realizado pruebas, la verdad es que la familia acepta que si su pediatra les prescribe que les lean un libro, pues lo hacen, igual que les dan el jarabe para la tos. Tiene que existir un triángulo 'familia-escuela-sector sanitario'. Y si en éste triángulo además incluimos al sector social (bibliotecas, voluntariado…), tendremos un cuadrado. Y en el centro de este cuadrado tenemos que conseguir poner a la infancia, con lo cual estaremos contribuyendo a hacer realidad un buen acercamiento al mundo de los libros. Que un niño o niña aprenda bien a leer y escribir no depende sólo de su maestra en el aula, es la suma de intervenciones sociales de todo tipo que hacen posible que este aprendizaje sea satisfactorio y vaya cerrando las brechas iniciales."

"La biblioteca pública es el corazón de la sociedad. Es una de las instituciones más civilizadoras que existen, con una función compensatoria extraordinaria"

    "La escuela pública, por el simple hecho de abrir las puertas cada día, no es una garantía contra la desigualdad"

    Precisamente hablando del vínculo entre sanidad y lectura, Mata sacó a relucir el conocido como 'Efecto Mateo', que en su momento demostró que quienes más asistencia médica necesitan son quienes menos la reciben, y, en cambio, a quienes saben explicarse mejor, mejor les trata el sistema. Igualmente en el sistema educativo, "cuanto más sabes, más avanzas. Y cuanto menos sabes, más rezagado te quedas -alertó-. Nos tranquiliza pensar que la escuela pública, por el simple hecho de abrir las puertas cada día, ya es una garantía contra la desigualdad. Pero el simple hecho que exista no nos da seguridad que las desigualdades desaparezcan. De hecho, por sus prácticas o por su inconsciencia…. ¡Puede estar perpetuando las desigualdades iníciales! Y esto no tendría que ocurrir. ¡Ya no digo que tendría que atenuarlas… pero sobre todo no tendría que perpetuarlas! Y aquí la lectura puede en muchos casos ser el elemento capital, porque los ritmos y las exigencias de la escuela favorecen a los que ya dominan ese territorio. Y conforme se va acelerando la escolaridad, hay niños que van quedándose lentamente atrás, y otros que van mucho más avanzados."

    Foto cedida por LEER+ de la Fundación Jose Manuel Lara

    "No se piensa en la lectura como algo social", considera María Pousa. Una situación que debería evolucionar. En éste sentido, explicó como en Galicia existe desde hace 20 años un programa sólido de fomento y promoción de la biblioteca escolar en el 80% de las escuelas gallegas. "La biblioteca escolar no es el espacio de los profesores frikis de los libritos, sino que es un centro de recursos para el aprendizaje de la comunidad educativa. Son espacios de igualdad, de inclusión y de seguridad. Espacios donde formar lectores, pero también ciudadanos críticos, una ciudadanía activa", explicó. Igualmente, resaltó que cuentan con otro programa de dinamización de más de 1.000 clubes de lectura con 10.000 personas inscritas, en qué participan alumnado, familias, personal de administración y profesorado: "Son espacios para compartir la lectura de manera diferente, fuera del horario escolar, en qué la intergeneracionalidad es muy importante. Y con la excusa de la lectura, nos encontramos y abrimos muchas vías de diálogo, que es algo que nos falta hoy en día cómo sociedad."

    "La biblioteca pública es el corazón de la sociedad. Es una de las instituciones más civilizadoras que existen, con una función compensatoria extraordinaria", consideró Raúl Cremades. "No puede separar su dimensión informativa y formativa y cultural de su dimensión social", expuso.

    Los tres proyectos ganadores

    Finalizado el coloquio, el jurado de los Premios Lecxit, promovidos por la Fundació Bofill, hizo público el veredicto. La iniciativa 'Vivències: Proyecto de mestizaje cultural de La Vall d'Uixó' (País Valenciano) fue reconocido "por el amplio abanico comunitario que abarca, desde la infancia hasta las personas ancianas del municipio, así como otros espacios como la biblioteca, por empoderar a chicos y chicas adolescentes, y demostrar que pueden estar involucrados a través de la participación social y la lectura, y por apostar por un proyecto que tiene como objetivo transversal, evitar el abandono escolar prematuro."

    "Que un niño o niña aprenda bien a leer y escribir no depende sólo de su maestra en el aula, es la suma de intervenciones sociales de todo tipo que hacen posible que este aprendizaje vaya cerrando las brechas iniciales"

    El programa 'Girem full! Llibres contra el Càncer' (Catalunya) fue laureado "por unir la lectura con la solidaridad y la recaudación de fondos para la investigación contra el cáncer, por la forma de involucrar a niños y niñas en la visión de la lectura como herramienta de transformación social así como el desarrollo de su espíritu crítico, y por su valor multiplicador, pues consigue que los niños y niñas participantes, se conviertan en embajadores de la causa."

    Y, finalmente, la actividad 'Apadrinar la lectura: compromiso comunitario en Castropol' (Asturias) mereció el reconocimiento "por ser un proyecto que potencia las relaciones interpersonales a través de la lectura, porque pone en valor la trasmisión oral de la literatura, el diálogo y la escucha activa, y por convertir la biblioteca de un municipio rural en un espacio de desarrollo social, cohesión, dinamización cultural e implicación comunitaria".

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