“Querer, saber y poder” mejorar la escuela: casos exitosos de transformación educativa

El acto de clausura del proyecto de Refuerzo Educativo genera un espacio de reflexión entre centros, administraciones, técnicos y expertos del campo de la educación.

Los programas de Refuerzo Educativo han incrementado el bienestar emocional y el gusto por la lectura y las matemáticas de 11.500 alumnos.

Los expertos Fernando Trujillo y Carlos Magro conversan en torno a la transformación educativa, a través de diferentes casos como los vividos en los centros participantes en el proyecto de Refuerzo Educativo.

"Con el debido acompañamiento, todas las escuelas tienen capacidad de transformación y de mejora". Esta es una de las principales conclusiones que se extrae de la experiencia vivida con los proyectos de refuerzo educativo que durante este curso ha impulsado la Fundació Bofill a partir de tres iniciativas: LECXIT (comprensión lectora), MATH TUTORING (competencias matemáticas) y PENTABILITIES (habilidades socioemocionales). Prueba de ello nos la dan los 230 centros educativos de alta y máxima complejidad de Cataluña, Andalucía, Ceuta y Melilla que han participado en los proyectos, financiados con fondos europeos Next Generation del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. En total, se ha llegado a 11.500 alumnos y se han constatado grandes mejoras: el 83% de los participantes de LECXIT han incrementado su gusto por la lectura, al 93% de los alumnos de MATH TUTORING les gustan más las matemáticas y el 80 % de los participantes de PENTABILITIES son ahora más conscientes de sus comportamientos y emociones.

Para cerrar el curso, la Fundació Bofill ha organizado un acto de clausura para celebrar y poner en valor la labor de innovación educativa realizada por los centros en el marco del proyecto de Refuerzo Educativo y reivindicar la necesidad de que programas como estos formen parte de la política pública.


Los expertos Fernando Trujillo y Carlos Magro reflexionan sobre la relación entre innovación y transformación en la educación a través de experiencias de distintos centros educativos

“Hay que trabajar para la escuela que queremos. Hace falta querer cambiar, saber cómo hacerlo y poder hacerlo”, afirmaron Carlos Magro, vicepresidente de la asociación Educación Abierta y consultor especializado en transformación educativa y gestión del cambio, y Fernando Trujillo, experto en educación y profesor de la Universidad de Granada.

Ambos desgranaron las claves de la transformación educativa a través de un viaje virtual por varios centros educativos de España.

Al inicio de la conversación, ambos expertos afirmaron que la escuela no es un lugar solo para ir a estudiar, sino que también es necesario que "acoja y sea hospitalaria". "La escuela debe combinar la exigencia del aprendizaje y el cuidado que necesita toda relación educativa", insistió Magro, quien remarcó la necesidad de que los maestros tengan siempre "altas expectativas" sobre sus alumnos. Pusieron de ejemplo la escuela La Coma, situada en "un barrio invisible" de Paterna (País Valenciano), donde han conseguido, trabajando por ambientes, que los niños "trabajen y aprendan" y también "tengan bienestar".

Hay que poner de relieve la idea de comunidad y reivindicar la reflexión y el diálogo entre docentes para mejorar las prácticas educativas.

Para conseguir los objetivos de hacer de los centros educativos lugares de estudio y al mismo tiempo espacios acogedores y hospitalarios, Magro puso de relieve la “idea de comunidad”, reivindicando “la reflexión y el diálogo entre docentes” para mejorar las prácticas educativas. Y lo ejemplificaron con la escuela Huerta de Santa Marina, en Sevilla, que a pesar del “duro entorno social y ecológico” de la escuela, han conseguido tomar conciencia de que son una “comunidad profesional que no puede depender de liderazgos individuales y heroicos”, apuntó Trujillo. ¿Cómo lo han hecho? Pues a partir de un ejemplo muy concreto, aparentemente sin importancia: creando un huerto en la escuela. Un huerto que se ha convertido en una isla verde en medio de un páramo. "Han comenzado una revolución, porque no es solo tener un huerto, sino que son un grupo de personas que se responsabilizan de su escuela y de su barrio", apuntó Magro.

El liderazgo colectivo es un elemento primordial para generar procesos de cambio y que estos sean sostenibles.

Precisamente otro factor decisivo a la hora de transformar una escuela es el liderazgo colectivo. Ambos expertos apostaron por liderazgos distribuidos que generen procesos de cambio y los hagan sostenibles, tanto en el eje organizativo de una escuela -la formación de los maestros o la codocencia, por ejemplo- como en las decisiones concretas sobre el aprendizaje de los alumnos -la orientación que se les da, el clima en el aula, etc.-

Y hablando sobre aprendizaje apuntaron una idea más: "Para educar para la vida de hoy necesariamente hay que trabajar con tecnología". Magro afirmó que "no se debe eliminar ni prohibir" nada, sino "dar sentido al contexto" e insistió: "Hemos superado el debate sobre tecnología sí o tecnología no. Lo que debemos preguntarnos es por qué queremos esta tecnología y cómo queremos utilizarla, para darle un sentido y un propósito educativo”. En este sentido, valoró el trabajo del instituto Cartima, en Cártama (Málaga), donde han tomado la decisión "de eliminar los libros de texto e incorporar la tecnología" en el aula y donde "nunca se ha visto un docente dar clase” de la forma tradicional. "Las claves de este centro son el aprendizaje con tecnología, el aprendizaje basado en proyectos y el aprendizaje cooperativo", expuso Trujillo. Estirando este hilo, apuntaron que "se aprende haciendo, siempre y cuando, al mismo tiempo, se reflexione sobre lo que se está aprendiendo", y pusieron de ejemplo espacios maker como el del instituto Bovalar, en Castellón.


Renovar la mirada educativa y generar confianza

A modo de conclusión, ambos expertos dieron algunos ingredientes indispensables para hacer realidad (y sostenible) esta transformación educativa: es necesario “renovar la mirada” para centrarla en el diálogo y la reflexión sobre las prácticas educativas. Se debe tener un propósito claro y generar confianza dentro del claustro. "No puede haber buenos resultados de aprendizaje si no tenemos confianza en nosotros mismos, en las familias y en los estudiantes", aseguraron los expertos, para cerrar el acto. Un acto que pone la guinda a un curso donde los programas del proyecto de Refuerzo Educativo se han reivindicado como una herramienta facilitadora de transformación educativa en los centros.



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