Resumen Ejecutivo. Perdidos por el camino: desigualdades en las transiciones educativas después de la ESO

La transición de la etapa obligatoria (4º de ESO) a la postobligatoria, Ciclos Formativos de Grado Medio (CFGM) o Bachillerato, es uno de los momentos más determinantes de la trayectoria educativa. Es la primera vez que los y las jóvenes deben enfrentarse a una “elección real” sobre su futuro educativo y decidir entre el itinerario académico o el profesional. Esta transición es uno de los eslabones más débiles del sistema educativo, ya que es cuando se produce el grueso del Abandono Escolar Temprano (AET).

Priorizar y mejorar este momento educativo decisivo, acompañando a los y las jóvenes en sus elecciones, es clave para reducir el abandono escolar. Pero, ¿cómo se construye esta elección? ¿Qué opciones valoran en el momento de decidir sobre su futuro educativo?

Analizar las transiciones educativas a partir de las voces de los y las jóvenes es imprescindible tanto para abordar la profundidad de las desigualdades educativas que se reproducen en este proceso como para identificar las principales claves de política educativa. Sus relatos evidencian que las decisiones están condicionadas por factores que se construyen a lo largo de la escolaridad y que impactan en la imagen que se van formando sobre su futuro. A la vez, la ausencia de políticas sólidas que acompañen las elecciones y faciliten la transición a la etapa postobligatoria condiciona el marco en el que los y las jóvenes terminan eligiendo.

Toman la decisión desamparados, sin suficientes elementos para decidir y bajo la influencia de experiencias y estereotipos acumulados a lo largo de su escolarización. A menudo se trata de una elección hecha en negativo, por desconocimiento o por una experiencia escolar deteriorada. La oferta de estudios postobligatorios es desigual e inequitativa, con una estructura que prioriza el Bachillerato como opción de continuidad. La orientación que se les ofrece es insuficiente, sesgada y tardía, y no permite asegurar una transición exitosa.

Es necesario que el sistema educativo sea capaz de ofrecer los apoyos necesarios que permitan a todo el alumnado, y especialmente a aquellos en situación de mayor vulnerabilidad, disponer de los conocimientos, competencias, experiencias y herramientas para tomar las mejores decisiones a lo largo de su formación y, en particular, en el paso entre la ESO y los estudios postobligatorios.