Experiencias internacionales de financiación por fórmula

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Países como Finlandia, Suecia, los Países Bajos, el Reino Unido o Canadá disponen desde hace años de un sistema de FxF en el que se incluye algún factor de equidad para sobredotar de recursos a los centros más desfavorecidos y que es sinónimo de herramienta de buen gobierno, transparencia y gestión eficiente. De hecho, la gran mayoría de sistemas educativos de la OCDE disponen de un sistema de FxF, en el que el factor de equidad puede tener más o menos peso según el caso.

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En Europa son paradigmáticos los casos del Reino Unido y los Países Bajos, que utilizan modelos de FxF desde la década de los setenta.

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Reino Unido: National Funding Formula + Pupil Premium

Inglaterra adoptó los primeros mecanismos de financiación por fórmula durante la década de los años setenta, con el objetivo de compensar las necesidades educativas de las escuelas y los estudiantes más desaventajados. Por aquel entonces, los criterios y cálculos para la asignación de recursos eran competencia de las autoridades educativas locales.

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Desde entonces, el peso de las variables de vulnerabilidad de los centros en la fórmula de asignación de recursos ha ido oscilando. Entre las reformas más recientes, destaca la introducción en el año 2018 de la denominada “National Funding Formula”, que unifica las 152 fórmulas de financiación que se mantenían a escala local en un único esquema que persigue una mejor equidad horizontal. Esta fórmula otorga menos peso al valor de las variables de composición social.

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La fórmula se complementa con distintos esquemas de focalización de recursos en los centros más desfavorecidos, entre ellos, a escala nacional, el conocido programa Pupil Premium. Se trata de una financiación adicional introducida en 2011 y asignada directamente a las escuelas en función de indicadores relativos al alumnado con el objetivo de incrementar el éxito escolar de los alumnos más vulnerables y reducir las diferencias de rendimiento.

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Este modelo se ha mostrado eficaz en la mejora focalizada de la atención y el rendimiento del alumnado más desaventajado. Las escuelas reciben financiación del Pupil Premium por cada estudiante que sea beneficiario del programa. Actualmente, se establecen 3 perfiles de estudiante que pueden acogerse a él y que reciben distintos niveles de asignación. En el caso del “alumnado desaventajado”, el que es beneficiario de las becas comedor, los centros reciben 1.320 £ para los estudiantes de primaria y 935 £ para los estudiantes de secundaria. Para estudiantes tutelados y extutelados por la Administración, cada centro recibe 2.300 £ por estudiante.

Países Bajos: foco en la equidad de la fórmula

Bajo el paraguas de la política de educación prioritaria, en 1985 se establecía en los Países Bajos un sistema de financiación por fórmula con el objetivo de asignar recursos adicionales a aquellas escuelas de primaria que tuvieran más alumnado con condiciones de desventaja social, principalmente alumnado de clase trabajadora y, en una segunda fase de aplicación de la fórmula, alumnos de origen inmigrante.

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En los años noventa, la fórmula se aplicó de forma generalizada a todo el sistema educativo, acompañada de una importante reforma de la gobernanza escolar para promover una mayor descentralización. Las decisiones sobre los criterios de asignación y distribución de los recursos financieros entre los centros educativos se mantienen relativamente centralizadas, mientras que en el ámbito de la gestión presupuestaria los centros han mantenido un amplio margen de autonomía.

Este sistema de financiación disfruta de un consenso público relevante, lo que refuerza su componente de equidad, y asigna casi el doble de financiación para estudiantes en situación de desventaja social.

En lo referente a los criterios de asignación, hasta mediados de la década de los años 2000 la fórmula estaba compuesta por 3 variables que hacían referencia a la ocupación de los padres, a su nivel instructivo y a su país de origen. A partir de 2006, la fórmula se simplifica y parte únicamente del nivel instructivo de las familias, en parte para eliminar de la fórmula el factor migratorio, cuestionado por razones de carácter político. Este sistema de financiación disfruta de un consenso político relevante, lo que refuerza su componente de equidad, y asigna casi el doble de financiación para estudiantes en situación de desventaja social.

Siguiendo el ejemplo de estos países, la fórmula propuesta en el informe La fórmula de la equidad. Una financiación más justa de los centros educativos otorga una importancia destacada a la vulnerabilidad social y académica del alumnado del centro. De este modo, reconoce que los centros de mayor complejidad, ya sean públicos o concertados, necesitan más recursos que el resto, y también más recursos de los que reciben con el sistema de financiación actual.

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