¿Qué papel deben desempeñar los municipios como entornos de orientación?

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¡INVESTIGACIÓN Y ACCIÓN! | ORIENTACIÓN | EL DESTILADO

Tanto la investigación internacional como la experiencia acumulada por una gran cantidad de municipios, entidades sociales, centros educativos y profesionales especialistas en Cataluña lo demuestran claramente: una buena orientación es clave para conseguir prolongar las trayectorias educativas de los jóvenes, adecuándolas a sus intereses, motivaciones y competencias, así como a las realidades educativas y sociales del territorio. Es más, el impacto positivo de la orientación en el ámbito educativo, pero también en el socioemocional, se deja sentir sobre todo en aquellos niños y jóvenes procedentes de familias y entornos con menos recursos económicos y culturales.

Como sucede también con los programas de orientación que se llevan a cabo en el marco estrictamente escolar, no todos los programas locales y comunitarios funcionan igual de bien. Las claves de su éxito se encuentran en las características de su diseño y en las condiciones de su implementación. ¿Cuáles son estas características y condiciones?

En este artículo resumimos el informe de Gerard Ferrer-Esteban Orientación educativa: hacia un modelo de orientación integrado para prevenir el abandono escolar, en el que revisa las principales evidencias e investigaciones acumuladas en los últimos años en torno a estas cuestiones mediante el análisis de hasta 54 programas de orientación (24 nacionales, 30 internacionales) y extrae propuestas de acción para hacer posible un modelo integrado y efectivo de orientación contra el abandono educativo en Cataluña.

Cuando hablamos de orientación y de programas de orientación, ¿a qué nos referimos?

En este caso centramos la atención en aquellos programas e intervenciones que, con la colaboración de una variedad de actores (servicios municipales, centros educativos, entidades sociales...), ofrecen a los jóvenes espacios y recursos de acompañamiento para que estos puedan tomar las mejores decisiones a lo largo de su formación y, especialmente, en los momentos de transición entre etapas educativas.

Son programas que incluyen acciones diversas para públicos que pueden ser diversos: desde acciones de carácter “universal”, para el conjunto del alumnado de una determinada edad o etapa educativa, hasta intervenciones más focalizadas o “intensivas” para jóvenes vulnerables o en riesgo de abandono escolar. Mientras que algunos programas cuentan con el liderazgo de los centros educativos y con agentes del entorno, otros son iniciativas de carácter marcadamente municipal.

¿Cuáles son los factores de éxito de los programas de orientación?

  • La orientación se trabaja desde la educación infantil hasta la secundaria posobligatoria con el fin de activar la curiosidad sobre las propias aspiraciones y reforzar el deseo por seguir estudiando más allá de la enseñanza obligatoria.
  • Con el fin de afrontar las transiciones entre etapas educativas, se trabaja la orientación desde tres dimensiones:
    • Orientación académica: existen evidencias sobre el impacto positivo de los programas de orientación en el rendimiento académico y en las tasas de graduación en la secundaria.
    • Orientación profesional: en este contexto se incorpora la función de la orientación de acompañamiento de las transiciones dentro y fuera del sistema educativo.
    • Orientación personal y socioemocional: en la mejora de esta experiencia, es importante resaltar la figura de los orientadores y las orientadoras, quienes pueden tener una influencia positiva en la dimensión emocional y social cuando se convierten en referentes para el alumnado.
  • La escuela genera alianzas con el entorno local y el ámbito familiar, que también intervienen en los aprendizajes del alumnado. El marco comunitario es especialmente importante para que las alianzas y las relaciones de colaboración entre la escuela y la familia favorezcan los aprendizajes, contribuyan a prevenir el abandono escolar prematuro y mejoren aspectos relevantes relacionados con la satisfacción docente.
  • Los programas de orientación llevan a cabo estrategias de intervención de distintas intensidades en función de las necesidades sociales, emocionales y de aprendizaje del alumnado:
    • Acciones de orientación de carácter universal.
    • Servicios de respuesta de orientación centrados en grupos de alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo.
    • Servicios de respuesta de orientación, de carácter extraordinario e intensivo, dirigidos al alumnado con necesidades específicas graves de apoyo educativo.

Pasemos a la acción: por un modelo de orientación integrado en Cataluña

Alianzas, trabajo en red y orientación comunitaria.

  • Crear y reforzar las estructuras interdisciplinarias en todo el territorio lideradas por instituciones públicas que coordinen las acciones en materia de orientación educativa y doten a los centros educativos y a los servicios de orientación territoriales de protocolos, metodologías, herramientas y recursos. Derivado de esta coordinación, es necesario garantizar una ventanilla única que facilite las consultas y las gestiones por parte de las personas usuarias.
  • Reforzar la red de profesionales involucrados en la acción orientadora.
  • Abrir las puertas de los centros educativos para que se creen sinergias tanto con los agentes municipales que se ocupan de la orientación educativa y laboral como con otros servicios de ámbito territorial. En aquellos municipios donde se ofrezcan programas de orientación, dar prioridad a la colaboración y el trabajo conjunto con el Servicio de Orientación de Ámbito Comunitario, cuyo objetivo consiste en apoyar y complementar las medidas y acciones de orientación de los centros educativos haciendo uso de los recursos del entorno.
  • Promover la colaboración de los centros educativos con su entorno, dotándolos de un nuevo perfil profesional (o capacitar alguna figura profesional existente) que se encargue de la gestión de las relaciones con las familias, los agentes del entorno profesional (empresas, organismos públicos, tercer sector, etc.), centros de formación superior (universidades, centros de FP, etc.) y otras instituciones. Este paso es necesario para orientar y asesorar a todo el alumnado e imprescindible para trabajar con otros estudiantes con necesidades de apoyo adicional e intensivo.

La orientación se ocupa de todas las dimensiones del alumnado.

Líneas de acción estratégicas para el desarrollo de la orientación académica

  • Adoptar un enfoque de altas expectativas de aprendizaje, en el que la orientación no solo se ocupe de las competencias sociales y de gestión autónoma, sino que también ponga el énfasis en el desarrollo de las competencias cognitivas.
  • Combinar acciones individualizadas de orientación académica con actividades llevadas a cabo en pequeño grupo. El refuerzo de las estrategias de trabajo individualizadas es especialmente necesario en las escuelas públicas, donde son menos comunes.
  • Reforzar el carácter orientador del currículum, vinculando las acciones de orientación con los contenidos impartidos en clase.

Líneas de acción estratégicas para el desarrollo de la orientación académica

  • Garantizar el alineamiento de los contenidos, los planes y los itinerarios formativos que se construyan respecto a las expectativas de los y las jóvenes. Velar por que los estudiantes estén bien informados sobre los requisitos de formación que conllevan sus expectativas laborales y reforzar las actitudes y las expectativas en relación con el futuro profesional.
  • Impartir programas de orientación prelaboral de modo exhaustivo y continuado, implicando a los estudiantes en todas las actividades dirigidas a tomar decisiones informadas y adaptando dichos programas a las distintas etapas educativas, empezando por la educación primaria, y garantizando que preparen para hacer frente a las transiciones.
  • En los itinerarios profesionalizadores de la secundaria posobligatoria, integrar la formación académica, la educación técnica, el aprendizaje en el puesto de trabajo y las acciones de apoyo para guiar y enriquecer las perspectivas de carrera académica y/o profesional.

Líneas de acción estratégicas para el desarrollo de la orientación académica

  • Implementar, de forma prioritaria, programas y actividades de orientación de carácter preventivo, en las que se incluya de modo transversal la dimensión personal y socioemocional de la orientación y se trabajen las normas sociales que regulan la vida cotidiana de los centros con el fin de favorecer un clima de altas expectativas, las relaciones positivas y el sentimiento de conexión y pertenencia al centro.
  • Organizar acciones de mentoría a cargo de un referente positivo dirigidas al alumnado con más dificultades de aprendizaje y de comportamiento. Se trata de programas en los que se realiza un acompañamiento afectivo y emocional para trabajar la experiencia académica y la confianza en las propias habilidades y capacidades. Se basan en el trabajo en red con el personal del centro y con agentes y entidades de la comunidad, en el que es fundamental la implicación de las familias del alumnado.
  • Combinar las acciones de orientación de carácter preventivo con servicios de respuesta que aborden competencias sociales clave del alumnado (autoconocimiento y confianza) para mejorar el clima y el bienestar social de los centros. Se trata de programas que combinan la detección y el diagnóstico de situaciones potencialmente problemáticas (comportamientos críticos, acoso, etc.), intervenciones focalizadas y estrategias eficaces, como la participación activa de las familias.

La orientación va dirigida a todo el alumnado y contempla estrategias personalizadas.

  • Dar prioridad, invirtiendo esfuerzos y recursos, a la implementación de medidas y soportes de tipo universal, que incluyen acciones, prácticas y estrategias de carácter preventivo y proactivo. Concretamente, nos referimos a actividades a escala de centro y de acciones y de contenidos de orientación académica y profesional integrados en la oferta curricular que cubren y combinan competencias cognitivas, metacognitivas y sociales.
  • Diseñar una amplia batería de medidas de orientación de tipo adicional, en forma de servicios de respuesta educativa, para cubrir las necesidades específicas de orientación académica, profesional y social de los estudiantes con riesgo de abandono. La diversidad de medidas debe responder a la diversidad de perfiles: intervenciones con pequeños grupos de estudiantes con bajo rendimiento académico para fomentar las técnicas de estudio, el uso del tiempo y la persistencia en el estudio o bien para trabajar la motivación y la relación con el alumnado y sus familias, intervenciones de orientación grupales y acciones de mentoría para reforzar la competencia lingüística, agrupaciones de tutoría para mejorar la vivencia en el aula y en la escuela de los estudiantes recién llegados, materias optativas de apoyo personal y académico, o programas específicos de orientación profesional dirigidos a los colectivos más vulnerables, como los planes de estudio que incluyen talleres formativos profesionalizadores fuera del centro educativo.
  • Diseñar una batería de intervenciones de tipo intensivo para el alumnado con necesidades críticas de apoyo educativo que no ha respondido positivamente, o no del todo, a las medidas y los apoyos de carácter universal y adicional. En este caso, no solo nos referimos a acciones de orientación intensivas dentro del contexto escolar, como las planificaciones académicas individuales o los cursos individualizados basados en competencias, sino también a acciones que trascienden los muros de la escuela, como los planes de absentismo y las acciones de mentoría centradas en la resolución de problemas (mediación y habilidades sociales), el apoyo académico (asistencia en el hogar, gestión del tiempo y tutorías) y las actividades recreativas y de servicio del barrio.

La orientación se lleva a cabo en todas las etapas educativas

  • Llevar a cabo programas y acciones de orientación comprensivos desde las etapas de educación infantil y primaria y garantizar su continuidad entre etapas y niveles, aprovechando la estructura integrada de los institutos escuela o, en el caso de centros separados, reforzando la coordinación entre los centros de educación primaria y los institutos de educación secundaria. En esta perspectiva longitudinal, hay que poner énfasis en el acompañamiento durante las transiciones (etapa 0-3, traspaso entre primaria y secundaria, y transición hacia la posobligatoria).
  • Implicar a las familias en los procesos de orientación que se llevan a cabo en las distintas etapas, especialmente en las etapas tempranas y en todos los años de secundaria obligatoria, con el fin de preparar la transición hacia la posobligatoria.
  • Dotar a las escuelas de primaria de profesionales de la orientación y/o reforzar las competencias del profesorado de todas las etapas educativas en materia de orientación, definiendo específicamente su rol y sus funciones.

Este artículo ha sido realizado con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología - Ministerio de Ciencia e Innovación.

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Este artículo pertenece al tercer boletín de ¡Investigación y acción!: Municipios contra el abandono: la clave en la orientación y los datos. ¡No te pierdas el resto de contenidos!

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Este material ha sido realizado con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología - Ministerio de Ciencia e Innovación.

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